La pérdida de piezas dentales afecta cada día a más personas debido al crecimiento y aumento de la esperanza de vida de la población.
PRINCIPALES CAUSAS DE LA PÉRDIDA DE PIEZAS DENTALES:
- Traumatismos:
Un fuerte golpe en la boca puede llevar a la pérdida de una o varias piezas dentales. En ocasiones, el diente no se cae en el momento del impacto pero queda fisurado, contusionado o tan dañado a nivel estructural y con tan mal pronóstico que puede ser que la mejor solución sea extraerlo.
Aunque ocurre con frecuencia en personas que practican deportes de contacto (por eso es muy recomendable el uso de férulas protectoras), también puede suceder por un mal uso de los dientes, como cuando se emplean como herramienta para abrir botellas.
- Periodontitis:
Es una patología infecciosa que afecta al periodonto, es decir, a los tejidos que rodean y sostienen al diente.
Hay que prestar especial atención a esta patología pues es una afección que puede cursar sin dolor y no siempre se evidencia la presencia del sarro. En sus fases más avanzadas cursa con la pérdida de los dientes, en lo que comúnmente se suele conocer como piorrea.
Puede pasar desapercibida (de manera especial en fumadores) si no se acude al dentista para las revisiones periódicas.
En este link podéis acceder a nuestro post sobre enfermedades periodontales
- Caries:
Es una destrucción del diente causada por los ácidos producidos por microorganismos y bacterias que digieren restos de alimentos o los propios detritus del diente generando una progresiva destrucción del tejido dental formando la cavidad conocida como caries.
Cuando no se trata esa cavidad va creciendo hasta que la corona se destruye completamente llegando hasta la pulpa que se pudre, y puede seguir contaminando hasta la raíz. El diente se acabará perdiendo.
La caries sí puede causar sensibilidad y dolor cuando llega al nervio pero cederá pasado el tiempo, cuando se haya destruido el tejido pulpar.
- Bruxismo:
El bruxismo puede afectar las piezas dentales creando grandes desgastes o incluso fracturas que pueden causar la pérdida de los dientes a largo plazo.
PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO PARA PERDER PIEZAS DENTALES:
- Malos hábitos de higiene bucal:
Una higiene bucodental deficiente da paso a desarrollar sarro que con el tiempo puede provocar caries y periodontitis.
- Tabaco:
El tabaco afecta a los tejidos periodontales (los tejidos que rodean al diente), facilitando el desarrollo de la periodontitis. Desaparecen o disminuyen los capilares que dan vida a las estructuras periodontales… y esto mismo sucede en las cirugías de implantes o de regeneración ósea donde la falta de capilaridad y aporte sanguíneo suponen una mayor incidencia de fracasos.
- Enfermedades o Patologías generales:
Enfermedades crónicas como la diabetes, el cáncer u otras enfermedades de tipo autoinmune pueden generar a partir de la afectación del soporte del diente la pérdida de las piezas dentales de forma prematura.
Alteraciones digestivas como el reflujo ácido también favorece la destrucción del diente.
- Medicamentos y tratamiento médicos:
Algunos medicamentos y tratamientos médicos, situaciones emocionales o problemas hormonales también pueden afectar a los dientes y provocar su pérdida. Generalmente actúan a través de la sequedad de boca (efectos secundarios muy importantes en gran cantidad de fármacos) o disminución de la calidad de la saliva.
- Falta de revisiones periódicas y cuidados profesionales:
La falta de cuidado profesional puede hacer que alguna de las patologías previamente mencionadas no sea diagnosticada y tratada a tiempo.
Es inevitable insistir en que es aconsejable acudir por lo menos una vez al año al dentista y realizar una limpieza dental profesional como medida preventiva.
CONSECUENCIAS DE LA AUSENCIA DE PIEZAS DENTALES:
- Problemas en la masticación y en la digestión:
Cuando es sólo un diente el que está ausente, la masticación y la digestión no se ven afectadas. Pero cuando son varios los dientes que faltan, la masticación se convierte en insuficiente y por tanto, la digestión se ve claramente afectada.
Además, la falta de dientes hace que el resto de piezas presentes en la boca realicen también más trabajo del que deberían por no estar bien distribuidas las cargas, provocando sobrecargas y más desgastes en ellos.
- Movilidad de los dientes vecinos:
Cuando un diente se pierde, el que estaba justo detrás tiende a moverse hacia delante para ocupar el hueco del ausente, dejando un espacio entre él y el siguiente de detrás y facilitando la impactación de alimento en ese espacio.
El diente que estaba justo delante, se mueve hacia atrás provocando otro hueco entre él y el que estaba justo delante de él.
El diente de la arcada contraria que mordía con el ahora ausente, también tiende a salirse de su sitio buscando contacto.
Todo esto provoca un desorden en la posición de los dientes, facilitando la impactación de alimento en esos espacios con lo que aumenta el riesgo de padecer caries o periodontitis.
- Problemas de oclusión:
El desorden ahora mencionado, hace que los dientes de arriba y de abajo no encajen bien y por tanto, la masticación no sea eficiente. Y esto puede derivar en problemas con el encaje maxilar y de la articulación mandibular… apareciendo problemas de dolor articular o muscular (ATM).
- Problemas de fonación:
La falta de algunos dientes puede dificultar la pronunciación de algunos fonemas, seseos, escupir saliva al hablar….
- Pérdida de hueso:
Tras la pérdida de un diente, y con el paso del tiempo, el hueso tiende a desgastarse/reabsorberse. Esto será importante cuando deseemos ponernos un implante, o puede ser importante por cuestiones estéticas.
- Problemas de estética:
La ausencia de dientes en la zona de la sonrisa puede provocar la aparición de complejos en algunas personas.
Además, la pérdida de hueso que se produce por la falta de muchos dientes conlleva una deformación en los rasgos faciales al hundirse los labios o carrillos, o en los casos más graves, al quedarse edéntulo, la distancia desde la nariz a la barbilla disminuye.
¿CÓMO PODEMOS REPONER LOS DIENTES PÉRDIDOS?
Hay diferentes formas para reponerlos, dependiendo de cada caso.
- Prótesis removible:
Es una prótesis que puede ser retirada de la boca cuando uno lo desea y después se vuelve a poner.
Debe retirarse siempre después de cada comida para su limpieza.
Hay dos tipos:
o Completa:
Es aquella que sustituye todos los dientes y sólo se apoya sobre la mucosa del paciente.
Debe estar bien adaptada para no provocar ninguna lesión.
o Parcial:
Es aquella que sustituye solo unos dientes y se apoya sobre dientes y mucosa.
La sujeción se obtiene a través de unos ganchos que se apoyan sobre los dientes del paciente.
Puede tener una estructura esquelética metálica, que es más fina, o ser toda de resina.
- Prótesis fija:
Es una prótesis que se va fija (cementada) sobre los dientes del paciente y una vez colocada, éste no se la puede quitar.
Cuando se coloca sobre un solo diente se llama corona y cuando afecta a más dientes, lo llamamos puente.
- Sobredentadura:
Es una prótesis removible que sustituye todos los dientes de una arcada.
Una opción es aprovechar las raíces de los dientes para colocar unos ataches y conseguir la retención de la prótesis.
- Prótesis sobre implantes:
o Sustitución de un diente o varios dientes:
-Corona sobre implante.
-Puente sobre implante.
Pueden ir atornillados o cementados al pilar del implante.
o Sustitución de una arcada completa:
– Fija:
Sustituye toda la arcada dentaria y va atornillada sobre los implantes.
– Removible:
Sobredentadura:
Cuando no podemos aprovechar las raíces de los dientes, se pueden colocar entre 2-4 implantes y sobre ellos se colocan los ataches o una barra.
La prótesis se retiene en estos ataches o barra y se apoya sobre la mucosa.